sábado, 31 de diciembre de 2016

EL MEJOR REGALO DEL 2016

A principio del año la vida trajo hasta mí un colibrí herido.

Lo tuve en mis manos, le dí de comer, lo calenté junto a mi pecho, él se dejó cuidar, confió en mí. Como aún no tenía fuerzas para volar improvisé una jaulita en una cesta y durmió junto a mi almohada. Al día siguiente volví a alimentarlo con el gotero y después empezó sus prácticas de vuelo alrededor de mi cocina. Cuando lo vi más fuerte le abrí la puerta, voló al bebedero y aunque su familia vino a recogerlo, aún se quedó un rato en mi jardín. Mi mensajero del cielo!!! Sentí tanto amor, tanta confianza en la bondad de la vida! Por siempre se quedará en mi corazón, como la sonrisa de mi gatita Luna al partir al cielo gatuno. Todos somos parte del mismo Amor que nos rodea, si nuestra elección es verlo y entregarlo. Qué maravillosa experiencia de conexión me fue entregada, qué privilegio inmenso tener un amigo colibrí en casa! Y qué mensaje maravilloso para mi alma: "Confía en ti, en la vida y en la bondad de los demás y reanudarás el vuelo a pesar de las heridas", Unos meses depués, una amiga llegada de lejanas tierras me trajo el mensaje de que mi nahual maya es el ¡colibrí!! Ts’unu’um... (Huitzili, en nahuatl) ... LA MAGIA DE LA VIDA


Y otro día os contaré más historias de Colibrí.

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